domingo, 18 de octubre de 2015

El proceso de publicación científica

Muchos de nosotros leemos artículos científicos pero ¿Conocemos realmente cuál son los pasos que hay detrás de la elaboración de un artículo científico? Acabo de terminar una asignatura sobre redacción científica y me ha parecido oportuno comentaros un poco sobre este tema. Ruego que me disculpeis por la pobreza en el número de fuentes de esta entrada, pues casi toda esta información procede de las clases de la asignatura citada anteriormente.

En primer lugar y aunque parezca muy evidente debemos tener una idea y realizar una investigación sobre el tema, siguiendo siempre el método científico (de diseños experimentales hablaremos más adelante). Una vez ya se ha realizado la investigación y se tienen los resultados se procede a la elaboración del artículo científico para compartir nuestros conocimientos con el mundo.

Cuando se ha escrito el artículo llega un punto clave, ¿A qué revista lo enviamos? Existen cientos de revistas de temática científica, cada una con una serie de criterios y una temática concreta. En primer lugar debemos buscar una revista que cuadre bien con el ámbito de nuestro estudio. Para ver si encajamos con sus criterios basta con echar un vistazo a otros artículos que se hayan publicado en la misma revista. Este paso es muy importante, ya que si el estudio no se ajusta en absoluto a los estándares de la revista nos rechazarán y tendremos que volver a emprender la búsqueda.

Una vez hayamos encontrado una revista en la que creamos que pueden publicar nuestro artículo debemos enviárselo con el formato requerido (varía según la revista) junto con una carta en la que se describa el trabajo y en la que se pueden sugerir revisores.

Después de ser recibido por la revista (Fig. 1) el artículo pasa por el editor en jefe, quien puede decidir rechazarlo automáticamente o enviarselo a un editor asociado. El editor asociado es alguien que tiene conocimientos relacionados con el tema del artículo y normalmente sólo mira las primeras partes del trabajo. Si le parece que podría ser apto  lo envía a 2 o 3 revisores dependiendo de la revista de la que se trate. Estas personas normalmente saben de quien es el artículo, aunque el autor de éste no conoce la identidad de las personas que lo revisan (esto se hace así entre otras cosas para evitar rencores después de críticas negativas). Algo novedoso es el caso de las revistas en las que existen un doble ciego en el proceso de revisión, es decir, no se revelan los nombres del autor ni de los revisores (Budden et al., 2008).
Figura 1. El proceso de publicación (Fuente desconocida)
 
Normalmente estos revisores realizan una serie de comentarios sobre el artículo, enviando parte de ellos al autor y otra parte al editor. Es muy raro que un artículo sea aceptado directamente sin correcciones. Lo normal es que se le indiquen al autor puntos a mejorar, si estos son pequeños se denomina "minor revision" y si son de mayor magnitud "major revision". Una vez corregidos estos fallos se reenvía el artículo a la revista, que puede decidir aceptarlo y publicarlo, o directamente rechazarlo. Si las correcciones no son adecuadas o suficientes y aún después de realizarlas el artículo es rechazado sería necesario enviar el artículo a otra revista similar y volver a entrar en este proceso de publicación. Este proceso pretende ser lo más objetivo posible, sin embargo hay estudios que han demostrado que la tasa de aceptación de artículos depende en parte del sexo, la lengua materna y de la trayectoria profesional del investigador (Borsuk et al., 2009; Clavero, 2011) por lo que en realidad en ocasiones se da un sesgo involuntario.


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